Mal momento el que atraviesa el defensa del Santos, Eduardo Bauermann, de 27 años y que llegó al club en 2022, proveniente del América Minas Geráis de la segunda división. El defensor central que venía siendo titular en el equipo, de hecho jugó los últimos diez partidos del equipo como titular, fue separado por orden de la dirigencia luego de que se filtrase que pertenecería, aparentemente, a una mafia que se dedica a maniatar partidos del fútbol brasileño. Un apostador lo amenazo de muerte por no haberse hecho amonestar y hay evidencias.
El caso es que un apostador filtró una comunicación en la que sale criticando e insultando a Bauermann por no haber cumplido con lo pactado. En la comunicación, el apostador afirma que el defensa tenía que hacerse amonestar en el partido que Santos jugó la temporada pasada ante Avaí, y de esa manera recibiría 10.000 dólares como premio. La bronca viene porque Bauermann recibió el dinero antes del partido y luego, durante el desarrollo del mismo, no fue amonestado tal y como había supuestamente arreglado.
La Fiscalía local de Santos trabaja en el caso para conocer la verdad, y todo hace indicar que el defensa estaría efectivamente involucrado en el caso, motivo por el cual el club decidió separar al jugador hasta que se resuelva si estuvo o está involucrado en la organización que viene siendo investigada y que gracias a que se filtró el dato, se estaría pudiendo dar con los responsables, informó el diario local ‘globoesporte’.
Tal y como muestra el chat entre Bauermann y el apostador, el reclamo es que a causa de que el jugador no se hizo amonestar, el apostador debe dinero y se lo reclama a él. Él, en su contestación, deja en claro que está involucrado: “Por qué no hiciste lo que habíamos arreglado, por qué no te hiciste amonestar en el primer tiempo como te había dicho”, a lo que Bauermann responde: “Yo hice lo que estaba arreglado, no sabía de esa regla, de haberlo sabido claro que lo hacía, quiero resolver esto, soy esposo y padre de dos hijos, mi esposa está embarazada. Voy a pedir un préstamo al banco para resolver esto, estoy muy triste y enojado con este tema”.
Antes, en otro chat, el apostador le reveló que si tuviera que morirse o matar para devolver el dinero que adeuda a raíz de que el jugador no se hizo amonestar: “Yo si tengo que morir o matar por mi honor, lo haré. Mi vida no tiene precio”. Ese testimonio hizo temer mucho a Bauermann, y más aún cuando el apostador, desesperado por el dinero, decidió filtrar ello para garantizar su seguridad y exponer al jugador, que claramente es culpable y responsable de una acción por la que será castigado por su club y la justicia.