Luego de la eliminación del Chelsea a manos del Real Madrid de la UEFA Champions League, en cuartos de final, el club perdió una de las dos vías que tenía para clasificarse a la siguiente edición. La que le queda, es por medio de la tabla de posiciones de la Premier League, y si bien matemáticamente aún tiene chances, con 21 puntos en disputa está a 17 del Tottenham, cuarto actualmente, por lo que el dueño del club Todd Bohely entiende que el equipo no podrá lograr el objetivo y en consecuencia resolvió que se ejecute una de las cláusulas que existía entre la dirigencia y el plantel, que implica una reducción general de salario.
En cada contrato de cada integrante del plantel, se firmó que, en caso de que no se consiga clasificar a la UEFA Champions League venidera, habría una reducción salarial del 30%, es decir, cada jugador e integrante del cuerpo técnico pasará a cobrar bastante menos en la siguiente temporada por no cumplir el objetivo. Bohely esperaba mantener los sueldos con la inyección económica que traería el clasificar a la Champions.
El golpe al bolsillo de los integrantes del plantel cambia los planes económicos pero la realidad es que era la penalidad que debían cumplir. El club invirtió más de 600 millones en la temporada para pelear la Champions y la Premier, e hizo agua en ambas competencias para rubricar una de las peores temporadas en su historia, no tanto por el hecho de no conseguir algún trofeo, sino por la forma en que no le alcanzó.
A siete fechas del final de la Premier, el equipo marcha 11° con 39 puntos producto de 10 triunfos, nueve empates y 12 derrotas. Intentará meterse en la UEFA Europa League, o bien en la Conference, competencias de menor porte a las que apunta para intentar tener una temporada 2023/24 más competente en todo sentido. Dentro de la mala, para Enzo Fernández la novedad cae justo cuando hace semanas renovó su contrato con los blues hasta 2031.