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Flamengo se consagró campeón de la Libertadores 2022 en diciembre pasado, y la realidad es que tras ese título entró en una crisis deportiva sin precedentes, que toca fondo tras la temprana e inesperada eliminación del equipo en los octavos de final de la actual Copa, cayendo en forma incompetente contra el poderoso Olimpia de Paraguay y dejando una imagen difícil de asimilar y que suena complicado pueda revertirse en el corto plazo.
Tras coronarse campeón de América, Flamengo entró en un pozo sin fondo: perdió en forma sorprendente en semifinales del Mundial de Clubes contra el Al Ahly. Tras ello, cayó en la Supercopa de Brasil con Palmeiras. Seguido, derrota en la Recopa Sudamericana contra Independiente del Valle, y caída en la final de la Taca Guanabara con Fluminense: en síntesis, perdió dos finales, quedó afuera de los torneos más importantes que jugó.
Ni siquiera en el Campeonato Brasileiro 2023 viene bien. Es verdad que marcha segundo, pero está a 13 puntos del líder Botafogo, y con 31 puntos, misma cantidad de unidades que Fluminense y Palmeiras, y una más que Red Bull Bragantino, por lo que muy complicado en la lucha por un título que no gana desde 2020 y ni el más fanático del equipo se ilusiona con la posibilidad de remontar ya que la crisis no es solo deportiva, también institucional.
En el medio, Flamengo dejó ir a Dorival Júnior, quien lo sacar campeón de América para contratar a Vitor Pereira, quien no pudo hacer frente a un equipo ‘estómago lleno’, dicen en Brasil, y en consecuencia lo echaron tras un mal inicio de Brasileirao. La dirigencia resolvió traer a Sampaoli, pero las cosas no mejoraron, de hecho, empeoraron.
El DT se peleó con Arturo Vidal, y el volante se fue de un portazo al Paranaense, diciendo que Sampaoli era un perdedor. Semanas más tarde, el preparador físico del cuerpo técnico, Pablo González, le pegó una trompada a Pedro en el vestuario tras un partido, y ello terminó de romper un vestuario que estaba totalmente tocado.
El futuro de Sampaoli en el Flamengo dependerá de los próximos resultados, pero el equipo demostró que ya no comulga con sus formas. En Brasil, la prensa carioca manifiesta que la relación está rota y que lo mejor sería que el argentino deje el cargo por motus propio…