Dejan Stankovic nació en Belgrado, Serbia, en 1978. Empezó su carrera profesional en el Estrella Roja, club más grande del país, y tras una serie de buenas temporadas emigró a Italia, más precisamente a la Lazio, club en el que tras jugar seis temporadas y ganar un escudeto, dejó para pasar al Inter en 2004, donde se retiraría en 2013. El grueso de su carrera lo hizo en territorio italiano siendo partícipe de la historia grande de los dos clubes en los que jugó. Este serbio de 44 años jugó además tres mundiales, el de 1998, 2006 y 2010 con la particularidad de que disputó cada edición con una selección diferente para ser a la actualidad el dueño de una curiosa marca que jamás será igualada.
Francia 1998: Yugoslavia
La primera Copa del Mundo que disputó Stankovic fue la edición de 1998. En aquella ocasión participó vistiendo la camiseta de Yugoslavia, en un equipo compuesto por serbios y croatas que eran los futbolistas más destacados del reinado, que estaba compuesto por más naciones. Yugoslavia integró el Grupo F de competencia con Alemania, Irán y Estados Unidos. Superó a iraníes y estadounidenses, e igualó con los alemanes para clasificarse a octavos de final, instancia en la que caería derrotado frente a Países Bajos. Stankovic jugó tres partidos, y marcó un gol, en el empate contra Alemania en primera ronda.
Alemania 2006: Serbia y Montenegro
Luego de largos debates políticos, en 2003 Yugoslavia se convirtió en Serbia y Montenegro y bajo ese nombre participó del Mundial 2006 jugado en Alemania, volviendo de esa manera al campeonato máximo ya que en 2002 no había logrado la clasificación. Stankovic fue la bandera de aquel seleccionado que llegaba como uno de los favoritos a hacer historia pero la participación fue la peor: perdió los tres partidos de la fase de grupos, 1-0 ante Países Bajos, 6-0 contra Argentina y 3-2 ante Costa de Marfil, hilvanando la que sería su primera y única participación. Stankovic jugó los tres partidos.
Sudáfrica 2010: Serbia
Ya para el Mundial de Sudáfrica los nuevos movimientos políticos llevaron a que en 2007 Serbia y Montenegro se separen, por lo que los serbios jugaron la clasificación como estado independiente y la consiguieron. Sin embargo, la actuación también duró poco. Formaron parte del grupo D e iniciaron perdiendo con Ghana, luego se recuperaron venciendo ni más ni menos que a Alemania, y cuando se creía que pasarían el trámite ante Australia, cayeron 2-1 y se volvieron en primera fase, con un Stankovic que también jugó los tres partidos.
En síntesis, Stankovic jugó nueve partidos por copas del mundo, tres con Yugoslavia, tres con Serbia y Montenegro y tres con Serbia, y anotó un gol. Su mejor participación, en Francia 1998, donde el equipo logró el pase a octavos de final. Pasados los años y ante el poderío croata, las distintas naciones que compusieron la ex Yugoslavia se preguntaban qué hubiera pasado si serbios, croatas y bosnios se unían…
El caso es que Dejan Stankovic será eternamente recordado por haber sido protagonista de un hito que sonaba previamente utopía, y que hoy con los reglamentos establecidos parecería imposible se pudiese igualar. El volante, de excelsa pegada, se retiró en 2013, y en 2010 del seleccionado. Serbia no clasificó a Brasil 2014, y tras reinventarse, estuvo en los mundiales 2018 y 2022.