Dani Alves continúa detenido en prisión por presunto abuso sexual sobre una joven que lo denunció por un hecho ocurrido el pasado 31 de diciembre en el baño de una discoteca en Barcelona. El lateral brasileño, que estaba jugando en Puma de México, lleva poco más de dos meses en la cárcel a la espera de que la justicia determine si es culpable o no, algo que se conocerá a fines de este año.
El caso es que este lunes 17 de abril, Alves, por intermedio de su abogado, Cristobal Martell, hará mención a la que hoy es una única carta para probar su inocencia. Apoyado en las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad del lugar, el brasileño querrá mostrarle al Juez que la mujer fue por decisión propia al baño, dos minutos después que él, y que por ende nadie la obligó a ingresar.
Alves mantiene firme su palabra de que ahí adentro hubo relación sexual, pero que fue totalmente consensuada, algo que la mujer afirma que no fue así. Por otro lado, busca demostrar que el ambiente entre él, y su amigo, junto a las mujeres, era relajado y positivo.
El problema que tiene Alves es que por miedo, falta de asesoría o vaya uno a saber, modificó su declaración más de dos veces y eso hace que el Juez dude de todo. El caso es que Alves tiene por delante la última posibilidad de mostrar pruebas que tal vez se desconozcan para probar que lo que dice es verdad. De lo contrario, se espera que pase entre ocho y diez años en prisión.