Al minuto 62 del partido que Villarreal estaba jugando y ganando frente a Real Sociedad se llevó adelante una acción insólita que tuvo como protagonista al argentino Gio Lo Celso. El jugador, que había iniciado de suplente, saltaba al campo en lugar de Morales, y todo iba bien hasta que el cuarto árbitro divisó que portaba una pulsera en su muñeca izquierda y por ende le ordenó en forma indeclinable que se la quite o de lo contrario, no podría entrar al campo de juego.
La situación se fue de tema ya que el volante le dijo al árbitro que siempre juega con esa pulsera, y que para el caso no se trata de un elemento que pueda poner en peligro su integridad física o la de compañeros y rivales. Se trataba de una cinta, de esas color rojo, que tienen como mensaje y significado alejar la envidia y los celos del ámbito, y cuida la energía del portador.
Es común encontrar gente que las lleva puestas, con la particularidad de que cada quien que la lleva, tuvo que haberla recibido de alguien que ya tenía, como forma de traspasar la energía. Por eso, el jugador no quería quitársela y además, porque se le permitía jugar ya que de verdad no presenta riesgo alguno. Sin embargo, el cuarto árbitro insistió y ahí fue cuando un auxiliar intento desatarle la cinta, sin lograrlo y claro, se pasaba el tiempo y no entraba…
En ese momento fue que el entrenador del equipo, Quique Setién, no aguantó más la situación, tomó del brazo a Lo Celso y le rompió la cinta… dejando al argentino con esa cara de rabia porque claro, no podía oponerse ya que se trataba de una situación casi que religiosa y no era motivo para demorar las cosas. Para fortuna, entró bien el volante y su equipo ganó, por lo que en este caso la suerte le jugó una buena.