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Este jueves 28 de septiembre Boca recibe a Palmeiras por el partido de ida de una de las semifinales de la Copa Libertadores 2023. Tres días después, será local ante River por una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino válido por la séptima fecha de la Copa de la Liga y, al término, viajará a San Pablo para medirse ante los brasileños por el duelo de vuelta, buscando un lugar en la final del torneo, algo que no consigue desde 2018.
El calendario hizo que las semifinales del máximo objetivo que tiene Boca, tuviera en el medio el partido más importante de todos, el Superclásico con River. Esto significa que Boca puede vivir su mejor o peor semana del año. El ideal está a la vista, clasificar a la final de la Libertadores y vencer a River, pero el peor de los escenarios también está ahí, que sería que ocurriese todo lo contrario… lo que significaría un terremoto en Boca, justo a meses de las elecciones presidenciales.
Si bien el hincha no lo dirá, elegiría resignar el Superclásico con tal de ver a Boca en la final de la Libertadores. Esto quiere decir que el objetivo es ganarle a Palmeiras haciendo uso de sus mejores armas, guardarlas luego ante el Millonario y volver a usarlas en la revancha. Si bien Boca se da el lujo de tener un plantel espectacular, la diferencia de jerarquía ente los habituales titulares y suplentes es grande.
Para Boca, enfrentar a Palmeiras y luego tener a River es mentalmente fuerte. En cualquier otro caso, el técnico hubiera preparado una semana en la que los titulares ante los brasileños descansaban el fin de semana, pero sabe que el Superclásico no se puede regalar, y es por eso que tiene por delante el desafío de sentir y entender qué hacer ante este escenario que puede salir muy bien o muy mal.