Sergio ‘Chiquito’ Romero, actual dueño de los tres palos de Boca, surgió de las divisiones inferiores de Racing. Fue en dicho club en donde debutó como profesional y producto de sus notables actuaciones tanto en la ‘academia’ como en el arco del seleccionado argentino juvenil, se fue en 2007 al AZ Alkmaar de Países Bajos, y el resto es historia prácticamente conocida.
Lo cierto fue que tras más de quince años en Europa, regresó a fines de 2020 a la Argentina con el objetivo de jugar en el país, y tras no concretar su regreso a Racing dado que el equipo ya contaba con un arquero titular (Gabriel Arias), recaló en Boca, que sí estaba en ese momento en busca de un arquero ante la salida de quien era el titular, Agustín Rossi.
Para los hinchas de Racing fue un golpe ver como Romero se ponía la de Boca. Muchos aprovecharon para demostrar su descontento para con la decisión pero rápidamente el arquero responsabilizó a Víctor Blanco, presidente del club, como el que impidió el retorno. Sin embargo, hubo una declaración de Romero durante su presentación como jugador del Xeneize que sí molestó a los de Racing y tuvo que ver con que expresó en su momento: “Llego al club más grande de la Argentina”, algo que si bien es discutible y para muchos es así, a los académicos poco le simpatizó la reflexión.
En ese contexto fue que Romero habló en ESPN a una semana del partido de ida por los cuartos de final de la Conmebol Libertadores contra Racing, y expresó que le sienta muy incómodo jugar contra el club del cual es hincha, pero que no por ello influirá en su rendimiento: “Si se hubiera podido evitar hubiese sido mejor, pero yo siempre fui muy sincero. A la gente de Boca le dije que soy de Racing, y a la de Racing, que esto es un trabajo y hoy voy a morir por esta camiseta porque a Boca le tiene que ir bien”.
En Racing también quieren ganar, y por eso la gente preparará un recibimiento imponente para su equipo en el partido revancha, y se espera que haya entre ignorancia y silbidos para con Romero, quien por las dudas eligió salir a hablar y a hacerle llegar al hincha académico que él es del club, que quisiera estar ahí pero que lo hace en Boca y como buen profesional que es, debe no dejarse influenciar, aunque el público jugará su papel.