Un fin de semana muy especial para el fútbol argentino. Leo Messi se hizo presente en la despedida de Maxi Rodríguez en el estadio de Newell’s. El ’10’ vio todo el amor del público por él y se presentó para estar con amigos e íconos.
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El trabajo para que no haya problemas alrededor de su presencia fue muy fuerte. El estadio Marcelo Bielsa estuvo lleno de público desde muy temprano y hubo mucha seguridad en los ingresos. Además, la emoción de poder ver a Leo Messi era demasiado importante.
La organización de la despedida de Maxi Rodríguez trabajó mucho para no tener inconvenientes en la llegada y en la salida de Leo Messi. Cabe recordar que además era su cumpleaños, por lo que se pensaba que no iba a estar durante toda la despedida.
Anto Roccuzzo había subido una foto con Leo y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro. Pasaba el tiempo y no aparecían pistas de su llegada a la cancha de Newell’s. Algunas fuentes aseguraban que llegaría para el segundo tiempo, pero Leo no falló.
Su llegada y salida
El ’10’ no fue con el resto de los invitados sino que apareció en una camioneta particular y ya vestido para jugar, con los botines en mano. Una imagen en el vestuario hizo que el público empezara a estallar. Leo estaba en el estadio.
Después de tres goles y un momento inolvidable con los hinchas de Newell’s, era la hora de despedirse. Como era la fiesta de Maxi Rodríguez, Leo quiso pasar desapercibido y no quiso opacar a su amigo. En el segundo tiempo se mostró un vídeo de la madre, abuela y amigos de Maxi. En ese momento se apagaron todas las luces del campo de juego para que se vea en las pantallas. Allí fue cuando, en la oscuridad, Leo se marchó y sin problemas pudo llegar a su casa en el barrio cerrado, en Funes, para seguir festejando su cumpleaños en familia.