Si João Felix tenía como plan mandarse semejante declaración con el fin de que el Atlético de Madrid le busque club y salir cedido, lo consiguió. Si su testimonio fue sin esa intención, digamos que de igual forma logró ya que tanto la dirigencia como los hinchas lo quieran fuera del equipo, algo que posiblemente comparte el cuerpo técnico liderado por el Cholo Simeone. En diálogo con Fabrizio Romano, periodista especializado en mercado de pases, el portugués confesó que quiere jugar en el Barcelona…
“Me encantaría jugar en el Barça. Barcelona ha sido siempre mi primera opción y me encantaría unirme al Barça. Siempre ha sido mi deseo desde que era un niño. Si eso ocurre, sería un sueño hecho realidad para mí“, reveló el volante/delantero portugués que viene de haber jugado la última temporada en calidad de cedido en Chelsea, donde no pudo mostrar su mejor versión y de hecho fue uno de los responsables de la pésima competencia del elenco de Stamford Bridge.
El talentoso jugador dejó en claro que si fuera por él se iría ahora mismo al Barcelona, de hecho, rompió relaciones al expresar que su deseo no es defender la camiseta ‘colchonera’ y tanto para el vestuario como para el mundo del Atleti, es inaceptable que se le de lugar a un jugador que no quiera defender los colores de la institución por lo que resta ver si habrá charla y pedido de disculpas o salida sin mediar.
A João Felix no le gusta entrenar con Simeone, eso está claro. No percibe el fútbol como lo pregina su entrenador y pese a ello, el Cholo le tiró flores y lo consideró para esta temporada: “Tiene unas condiciones enormes y siempre ha demostrado calidad. Con nosotros ha tenido mala suerte por las lesiones. Es un gran jugador, yo no tengo problemas con nadie. Soy compatible con todo el mundo mientras podamos ganar. Es mentira decir que no jugábamos bien porque estaba él”, dijo días atrás cuando el Chelsea decidió no renovarle el préstamo y volvió al equipo.
Por lo pronto, el portugués de 23 años mantiene contrato vigente con el club hasta junio de 2026 y posee una cláusula de rescisión brutal, que supera los 300 millones de euros, por lo que por su presente y realidad económica de cualquier club disponer de ese botín millonario es imposible, entonces solo le queda salir cedido a otro equipo, algo en lo que posiblemente su agente esté intentando y con el Barca, al que el estilo le va de seguro.
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