Radiografía para entender el escándalo entre Mbappé y PSG, que tiene al Real Madrid como cómplice

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Kylian Mbappé se quiere ir al Real Madrid, está haciendo todo lo que está a su alcance para lograrlo y por ende, jugando sucio. Si bien resulta difícil ponerse de un lado o del otro, puesto que siempre habrá dos versiones y nadie estuvo en las oficinas donde en teoría se acordaron los términos contractuales, a la libre interpretación el delantero no estaría cumpliendo con algunos de los acuerdos y por eso la dirigencia parisina lo castigó dejándolo sin la posibilidad de hacer la pretemporada con el equipo… en toda información y movimientos que sigue bien de cerca el Real Madrid, el tercero en discordia de este pleito.

Mbappé tiene contrato vigente con el PSG hasta junio de 2025. Ya avisó a la dirigencia que esta será su última temporada en el club. Hasta ahí, todo claro. Ahora bien, la dirigencia le exige al jugador renovar su contrato ante este escenario ya que de lo contrario se iría en calidad de libre y por ende no dejaría dinero a la institución. Hay un gris en este escenario, inaccesible, respecto de que si el jugador había pactado renovar como gesto de gratitud al PSG obligando al Real Madrid o al club que lo quiera, a desembolsar una importante suma de dinero.

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El PSG le reclama una renovación, y como Mbappé se niega, interpretan que no lo acepta por haber acordado ya de palabra con el Real Madrid que se iría libre. Para el Madrid o cualquier club, tomar a un futbolista libre es la manera ideal dado que solo debe afrontar el gasto relacionado al salario, y como en este caso será altísimo, para la entidad española evitar cualquier otro desembolso es perfecto. Al parecer, Mbappé acordó sus honorarios y el club le dijo que se los respetaría solo si llegase libre, motivo por el que no quiere renovar.

El pasado lunes, Al Kelahifi, presidente del club, lanzó un comentario en la prensa local teledirigido al delantero: “El club es más grande que cualquiera aquí. Incluso más grande que yo. Espero que estén al 200% en el entrenamiento. Están en el mejor centro de entrenamiento del mundo. Deberían estar orgullosos de eso y deberían beneficiarse de ello. Tienen todo para triunfar aquí. No falta nada. Es necesario trabajar duro. Quiero divertirme cuando veo a mi equipo”.

Jamás pensó que finalizaría la semana terminando por dejar en París a Mbappé, quien eligió jugar el papel de víctima y aceptar el castigo. En este escenario, lo peor que le podría pasar al delantero es quedar sentado una temporada entera como castigo, algo que se desconoce si estaba pautado en términos contractuales. Algún sector está tirando más de la cuerda, por momentos pareciera que el francés, pero en este ámbito de millones e intereses ajenos no hay inocentes…