Lionel Messi cumple 36 años y sus anécdotas son infinitas, desde sus inicios hasta la actualidad. Pero antes de ser ese jugador profesional y ganador de absolutamente todo lo que conocemos, la ‘Pulga’ estuvo en Newell’s y uno de sus formadores contó la historia de los goles y los alfajores, un relato inolvidable.
“Como Lionel tenía problemas para comer porque era muy reacio y comía solamente alfajores, quedé en que cada gol que hiciera, le compraría un alfajor, pero me ganaba de tres a cuatro alfajores por partido. Le decía: ”Si lo hacés de cabeza, el alfajor es doble”, entonces cuando llegaba al arco, levantaba la pelota con el pie y hacía los goles con la cabeza”, recordó Marconi, entre risas.
La competitividad, el gen, el adn de Leo ya se veía en las escuelitas de Newell’s, cuando el argentino comenzó a dar sus primeros pasos. Pero además, y como signo de esa humildad que conocemos, Carlos Marconi aclaró que hacía cuando ganaba alfajores de más: “Todos los alfajores que ganaba por partido, los compartía primero con sus compañeros, y el último se lo comía él”.
El amor por los dulces se trasladó a si vida cotidiana, tanto que debió hacer ajustes para lograr el máximo rendimiento: “He comido mal durante muchos años. Ya con 22, 23 le daba a los chocolates, alfajores y gaseosas“, contó en 2018. Tras la final de Brasil 2014, Messi cambió de nutricionista. El actual es el italiano Giuliano Poser es quien se encarga de llevar la alimentación del mejor de todos los tiempos.
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