La generación del 2007 al 2018 de la Selección Argentina nunca logró ganar un título, pese a haber tenido y conformado planteles con muy buenos jugadores. Cuatro finales disputadas y las cuatro perdidas, un sabor amargo inolvidable. Un jugador emblema de ese proceso comparó esa selección con la actual y dio su veredicto.
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Javier Mascherano fue parte de ese proceso que mereció ganar al menos un título, pero se quedó con las manos vacías. Fue en la final de la Copa América en 2007, ante Brasil, donde perdió 3-0. Luego la final del Mundial de Brasil 2014, por 1-0. Luego, dos finales de Copa América seguidas, en 2015 y 2016, perdidas por penales ante Chile.
“En el fútbol hay que coronar lo que se hace bien“, explicó con respecto a las finales perdidas, además de que “No consagrarnos llevó a pasar momento duros”. “Este equipo ganó y generó un estilo. Es importante que lleve cinco años con el mismo entrenador (Scaloni), porque le dio la posibilidad de afianzar una idea, no tener que moverse hacia otras y potenció a muchos jugadores”.
Además, Mascherano, en esa misma comparación, hizo énfasis en un aspecto fundamental que debe tener un equipo de fútbol: El fútbol tiene que ver con la confianza y cuando el rival te ve con tanta autoestima, la de ellos disminuye”. En tanto, dejó en claro lo que siente cuando observa a la Albiceleste y cerró: “Este equipo nos hace sentir orgullosos y nos representa cada vez que juega”.