- Lionel Scaloni: “Acertamos en apostar en ciertos jugadores con los que la gente se identifique”
- Las siete ausencias de ‘la scaloneta’: a quiénes dejó afuera y los motivos
- El campeón del mundo que le dijo que sí a Arabia y se va por una millonada
El presente de Leo Messi es desde lo numérico, bestial. Sus estadísticas en el Inter Miami, el tercer club de su carrera, poco tienen que ver con un jugador de 36 años aunque claro, se trata del mejor futbolista de todos los tiempos y que todo lo puede. En Estados Unidos dicen que Leo está jugando ‘al trote’, es decir, no está necesitando golpearse para marcar diferencia y está evitando los contactos haciendo uso de esa brutal inteligencia con la que se mueve para entender los momentos de los partidos.
Desde su debut oficial el pasado 21 de julio frente a Cruz Azul por la primera fecha de la Leagues Cup, competencia que luego ganó Inter, Leo lleva diez partidos jugados, con once goles y tres asistencias. Se consagró campeón de la Leagues Cup, metió al equipo en la final de la US Open Cup, y está batallando en la MLS para intentar clasificar con el equipo a los playoffs, cosa que lo tiene complicado dado que está a diez puntos de la zona de acceso, cuando restan treinta en juego y por ende no depende exclusivamente del equipo.
En ese escenario es que Messi llega a Argentina para incorporarse al seleccionado, sabiendo de todos modos que el nivel demandará otra exigencia. En Estados Unidos no ha sido marcado con la fiereza y rigor que sabemos se da en Sudamérica, y Leo es consiente de que deberá ser algo más punzante y agresivo para marcar diferencia, algo que lógicamente puede hacer.
Serán dos batallas físicas y futbolísticas ante ecuatorianos y bolivianos, Leo lo sabe y por eso es que a falta de que se confirme, no jugará el duelo por MLS de Inter Miami este domingo en Los Angeles de visitante, dado que eso haría que recién llegase a Argentina el lunes por la noche, teniendo apenas dos días para prepararse pensando en Ecuador. De todos modos, conociendo a Leo, es posible que igualmente juegue el domingo, aunque demandaría un riesgo grande ya que como hace años en su carrera, no jugaba cada tres o cuatro días un mes y medio en continuado…