La Selección Argentina ya palpita lo que será el inicio de los primeros partidos oficiales por Eliminatorias, luego de la final de la Copa del Mundo, ante Francia. En ese misma línea, fue Lionel Scaloni quién pasó por AFA Estudio, el canal oficial del seleccionado y dialogó sobre sus orígenes y lo que se viene.
Mira también: Entradas Argentina vs Ecuador: precios, dónde, a qué hora y cómo comprar los tickets
Mira también: Flojo partido de Messi e Inter no pasa del empate frente a Nashville
En primer lugar, el entrenador campeón del mundo hizo hincapié en su vida en Pujato, explicando que todo sigue igual: “Mi pueblo es conocido. No sólo por mí. Han pasado varios jugadores. Mucha agricultura. Mucha ganadería. Es un pueblo típico de campo. La gente vive de trabajar en el campo. Mi vida ahí no cambió. Sigo estando en la casa de mis viejos, donde nací y me crié. Todo el mundo sabe dónde vivo. La casa de Chiche y Lali. Volver a Pujato fue muy loco, extraño. Verano… En la esquina de mi casa hay una panadería típica. Vos venís de Casilda, de Rosario, y parás a desayunar ahí. A esa hora, a las 5, 6, la gente paraba a sacarse una foto conmigo. Yo venía pasado de sueño y salí a firmar. Lo hice durante tres o cuatro días. Pero llegué a un momento en el que me dormía. La gente se comportó increíblemente bien. Fueron días muy intensos, de mucha euforia”.
Por otro lado, explicó que su tranquilidad también viene del su propio cuerpo técnico, aunque a veces los nervios ganan: “Tranquilos son todos. A lo mejor el profe es el más ansioso. Cuando es día del partido, va y viene. Está mucho alrededor de los jugadores. Walter, el Ratón y Pablo tienen un perfil similar, tranquilos. Pablo y yo dormimos menos que Walter y el Ratón. Es un cuerpo técnico bastante tranquilo. Que en los partidos se pongan ásperos es normal. Intentamos mantener el equilibrio que los jugadores necesitan“.
El paso del tiempo y su participación en las despedidas de Maxi y Román: “Cuando fui a jugar a lo de Maxi y Román, te das cuenta lo cruel que es el paso del tiempo. Hacía un montón que no jugaba. Tenía que mirarme las piernas para poder correr. No te duelen las rodillas porque no tenés impacto. Hoy, jugás al fútbol, y durante cuatro días no podés hacer nada. En la bicicleta podés andar, hoy, mañana, pasado. En los picados que hacemos cuando cerramos la gira no los juego porque me duele todo al otro día. La pasamos bien, pero tenés que correr. Los últimos no los pude jugar”.
Las anteriores selecciones y la “mala suerte” que tuvieron las pasadas camadas: “La línea es tan finita. La anterior camada y algunos de los que están con nosotros estuvieron a punto de quedar en la historia. Jugaron tres finales en tres años. Yo creo que las cosas se habían hecho bien. Siempre hay jugadores en la Selección. A veces necesitás suerte y una idea clara. Nosotros acertamos en apostar en un biotipo de jugador que creíamos que era correcto, que nos iba a traer alegrías, que la gente se iba a sentir identificada. Se fue generando algo a nivel interno que después se trasladó a la gente. Eso es fundamental para que después te vaya bien”.
Por otro lado, el entrenador hizo énfasis en lo importante que es la pelota, y no tanto los sistemas: “Yo no me identifico tanto con un sistema. Lo he cambiado. Pero sí con el jugador que le guste la pelota, que no tenga miedo, que no le queme. A los argentinos nos gusta intentarlo en todo momento. Y lo importante es saber que el rival también juega y te puede poner en dificultad. Eso forma parte del fútbol. A esta generación le hicimos entender que se puede sufrir, que hay momentos en los que hay que sufrir, y no hay que despejar la ansiedad. Hay que atrincherarse y el partido continua. Estos chicos lo entendieron a la perfección“.
Por último, habló del futuro, de lo que se viene, las Eliminatorias, que siempre son duras y competitivas: “Es muy difícil lo que viene. Siempre el inicio es complicado. La primera fecha siempre tiene su matiz. Esperemos que lleguen sanos, que es lo más importante. Que la gente disfrute de ver a la Selección. Para nosotros como CT siempre es un placer recibirlos. Y que la gente también pueda disfrutarlos, tenerlos cerca”.