A la vista está la notable relación de amistad que mantienen Rodrigo De Paul y Leo Messi. Ambos se muestran la mayoría de las veces juntos cuando les toca ir a la Selección Argentina, y en más de una oportunidad han comentado en forma individual que han hilvanado una linda relación a pesar de la diferencia de edad, momento de vida y vivencias. No fue ‘fácil’ ya que Leo conoció a De Paul cuando regresó al equipo y él tuvo que adaptarse a la nueva plantilla y energía que precisamente el ex Racing en conjunto con Leo Paredes habían impregnado y liderado.
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De Paul y Paredes se convirtieron entre agosto de 2018 y marzo de 2019, cuando Leo volvió, en los referentes y por contrario que parezca, De Paul recibió a Leo y le invitó a formar parte de la nueva camada a través de una empatía, respeto y ganas de integrarlo que terminó percibiendo y temrinó disfrutando. En diálogo con “Llave a la eternidad” por TV Pública con Sofi Martínez, Messi hizo referencia ante una consulta sobre la importancia que tuvo Rodrigo para su adaptación: “Él me ayudó mucho a integrarme en ese grupo, que era lo que tenía que hacer yo en ese momento, ¿no? Yo integrarme a ellos, porque eran todos chicos, en su mayoría nuevos“.
Cuando tomó el seleccionado en forma interina, allá por julio de 2018, Lionel Scaloni no citó a Messi para ninguno de los seis partidos que jugó el seleccionado, y una vez que fue oficializado, en diciembre de ese año, lo contactó para expresarle que quería convocarlo en fecha de amistosos en marzo de 2019 y que tenía un plan para proponerle. Messi aceptó y recién en esa instancia empezó a conocer a la base de jugadores que lo ayudarían a ser campeón del mundo, con De Paul como encargado de romper barreras.
“A Leo le gusta que lo traten como a uno más, eso habla de su humildad. Si lo miras diferente y tratas raro se incomoda”, contó De Paul en la previa de la Copa América 2019. El caso fue que Leo puso de su parte y se encontró con un plantel que sabía cuánto había sufrido en Argentina y que estaba dispuesto a unirse para hacerlo volver a creer y que jugaría por y para él, que se ‘mataría’ por él y así fue.