Bamidele Jermaine Alli, más conocido como Dele Alli, tiene 27 años y juega actualmente en el Everton de la Premier League. El delantero, surgido del Milton Keynes del ascenso inglés, se hizo conocido en el mundo grande del fútbol tras fichar por el Tottenham en 2015 y lograr desplegar su mejor versión que lo llevó a integrar el seleccionado de su país en la Eurocopa 2016 y el Mundial de Rusia 2018. Dele pintaba para crack, era una estrella que mostraba dotes de distinto muy valorado entonces por Mauricio Pochettino y José Mourinho, sus entrenadores en los ‘spurs’.
Sin embargo, allá por 2020 el delantero empezó a bajar su rendimiento y pocos entendían el motivo. De hecho, en la serie de Tottenham que produjo Amazon Prime, hay una escena en la que Mourinho lo llama al delantero a su despacho y le reclama que estaba siendo algo holgazán, que era una estrella pero que para ser un fuera de serie debía modificar actitudes y comportamientos.
A partir de ahí su rendimiento cayó, bajó de categoría en cuanto a nivel de clubes. De ser buscado por los grandes de Europa y romperla en Inglaterra, a pelear un puesto en Everton, que e sun gran equipo pero que a sus 27 años, no se creía recaería ahí. Pero como casi todo en esta vida, hay un por qué de esa merma y bajón. A Alli le cayeron de repente encima sus años de infancia, sus traumas. Cuando llegó al pico de su carrera, cuando vio lo que logró se desinfló y cayó en una depresión.
Las heridas de pequeño estaban abiertas, y tras mucho trabajarlas, decidió compartir en diálogo com The Overlap’ con Gary Neville, ex gloria del United, su terrible pasado.
Infancia
“A los seis años, un amigo de mi madre que venía mucho a casa abusó sexualmente de mí. Mi madre era alcohólica. Tras eso me enviaron a África para aprender disciplina y luego me enviaron de regreso. A los siete, empecé a fumar; a los ocho, empecé a traficar con drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en una bicicleta, así que anduve con mi pelota de fútbol, y luego debajo llevaba las drogas. A los once, me colgaron de un puente. Fue un tipo del vecindario de al lado, un hombre”. A los doce años me adoptaron. Era una familia increíble, no podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó a las personas, fueron ellas”.
La importancia de Pochettino en su vida
“Pochettino fue el mejor entrenador y no podría haber pedido un entrenador mejor en ese momento. No era como una relación entre un futbolista y un entrenador. Era más profundo que eso, sentí. Era tan comprensivo con las decisiones que estaba tomando y me estaba guiando
Pensó en el retiro con 24 años
“Me da miedo hablar de ello. Cuando volví de Turquía y me enteré de que necesitaba una operación, estaba muy mal mentalmente y decidí ir a un centro de rehabilitación de salud mental. Tratan adicciones y traumas. Sentí que era mi momento. No te pueden decir que vayas, tienes que saberlo y tomar la decisión tú mismo o no funcionará”.