El Brighton, es sin dudas, el equipo más emocionante y sorprendente que tuvo la Premier League, en esta temporada 22-23. El equipo que comanda Roberto De Zerbi volvió a romper el molde, cuando goleó 3-0 al Arsenal, de visitante, liquidando casi por completo sus chances de levantar el título ligero.
El equipo de la ciudad costera Inglaterra le propinó un repaso a los dirigidos por Mikel Arteta, que mal que pronto, se despidieron de la posibilidad de levantar esta Premier. Si el Manchester City gana cualquiera de los tres encuentros restantes, será campeón. Un equipo que sabe a lo que realmente juega, que asume los riesgos, sin renunciar a sus convicciones, a su idea, y que pelea de igual a igual a cualquier equipo grande de Inglaterra.
Cuando Graham Potter dejó el Brighton, las incógnitas sobre si el equipo lograría jugar y sobre todo competir, con la llegada de un nuevo técnico, afloraban. Sin embargo, la llegada de Roberto De Zerbi mejoró aún más al equipo. Esa necesidad de competir, y sobre todo de sentirse identificado con la idea que transmite el entrenador.
Y es que el equipo se entiende a la perfección, y tiene interpretes que llevan esa idea como mucha prolijidad. El ser competitivos es una de las cualidades más destacadas de este equipo. Alexis Mac Allister, Moises Caicedo, Mitoma, Pervis Estupiñan, Julio Enciso, Bounanotte, Lewis Dunk. Mucho, pero mucho talento sudamericano, mezclado con jugadores experimentados.
Un equipo que suele jugar 4-2-3-1, en donde ambos pivotes buscan hundirse en salida, para atraer al rival y buscar jugar en largo, a espaldas de los medio rivales. En donde los extremos suelen jugar a perfil invertido, como Mitoma y Enciso, o por momentos March. Hay movilidad de su delantero, que constantemente busca bajar para llevarse la marca, como también atacar el espacio. Centrales que se animan a conducir hasta mitad de cancha, a filtrar un pase entre líneas. Laterales porfundos. Un equipo muy divertido de ver.