En la edición 2003 de la FA Cup de Inglaterra, el torneo más añejo de la historia y que simboliza un auténtico orgullo ganarlo para cualquier club inglés, el Manchester United cayó vencido como local en el Old Trafford por 2 a 0 a manos del Arsenal en duelo válido por los octavos de final. Una derrota que dolió y caló hondo en el seno de un grupo súper ganador, que hacía menos de dos temporadas había sido campeón de la Champions League, y venía de ganar las anteriores dos Premier League, torneo que para el caso volvería a conquistar esa misma temporada.
Pese a que el club gozaba de una salud celestial en materia de logros bajo el mandato de Alex Ferguson en el banco, y la capitanía de David Beckham dentro del campo, el resultado de esa derrota traería aparejado el adiós del eterno número 7 del equipo, luego de un episodio que lo tuvo a él y al entrenador como protagonistas dentro del vestuario, al término de la caída con el Arsenal y eliminación.
Los primeros trascendidos decían que Beckham y Ferguson se habían tomado a golpes de puño. Al parecer, el técnico le habría reclamado algo al volante, y eso despertó una ira incontrolable que los terminó enfrentando. Luego, la otra versión, tuvo que ver con que el técnico le había lanzado un botín en la frente a Beckham, adrede, cortándole la ceja. El caso fue que, tras ese episodio, la relación fraternal que existía entre ambos terminó, al punto que al término de esa Premier en junio, Beckham dejó el United para unirse al Real Madrid, aparentemente, porque no quería volver a compartir club con Ferguson.
¿Pero qué fue lo que realmente ocurrió? Fue sino hasta el aporte de Fernando Queiroz más de 10 años después del incidente, ayudante de campo de Sir Alex en esa época, que se pudo esclarecer la cosa ya que nadie de los testigos quiso tocar el tema. A modo de gracia, compartió: “Es hora de contar la verdad respecto de esa historia. Una vez, alguien me preguntó si era que verdad Ferguson le dio intencionadamente a Beckham con ese botín en la cabeza, dado que Sir Alex tenía muchísima calidad en su pie izquierdo. El caso fue que yo estaba en el vestuario ese día así que contaré qué pasó. La verdad fue que… no fue un buen lanzamiento porque la bota primero tocó la mesa y solo después fue directa hacia Beckham. Lo siento, Sir Alex, pero tu pie izquierdo no es tan bueno como crees”.
Queiroz dejó en evidencia que Ferguson no quiso lastimar a Beckham, pero el jugador creyó que sí, y en consecuencia tomó la determinación de irse al final de la temporada en caso de que hubiera alguna oferta tentadora. Como curiosidad, ambos dejaron el equipo en junio y se fueron al Real Madrid, dado que fue la primera experiencia del portugués como técnico individual, y una de sus peticiones fue la presencia de Beckham.