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Leonardo Bonucci vive un momento de rabia, decepción y tristeza por estos días. El histórico defensor central italiano, que jugó doce temporadas en la Juventus, tiene decidido iniciarle acciones legales a su ex club como consecuencia del destrato que recibió poco tiempo antes de irse. Para empezar, el defensa no iba a ser tenido en cuenta en esta temporada por Massimilliano Allegri, y por ende la dirigencia lo forzó a salir del club, según La Gazzetta dello Sport. El caso es que Bonucci no quería irse y pretendía que le permitan quedarse y pelear un lugar renovándole el vínculo, pero ello no pasó. La dirigencia le comunicó que debía irse y ahí fue cuando empezaron los problemas.
Bonucci demandará a la Juventus una indemnización por los perjuicios profesiones y de imagen que sufrió una vez que le cerraron las puertas. Ocurre que al defensa le prohibieron cruzarse con el cuerpo técnico de Allegri, y solo le dejaban entrenar en soledad en horario nocturno. Además, tenía prohibida la entrada a gimnasio, piscina y restaurante, en todas acciones que el italiano consideró desmedidas tratándose de alguien que defendió durante 12 años la camiseta del club convirtiéndose en una leyenda.
Para el caso, Bonucci ya admitió que el motivo de su decisión no tiene que ver con recibir dinero ya que, en caso de ganar en la corte, algo que ve muy probable, usará ese dinero para donarlo a la a la Asociación Neuroland, entidad que apoya a las familias de los niños hospitalizados en el departamento de neurocirugía del Hospital Regina Margherita de Turín, y a la Live Onlus, con el fin de costear elementos necesarios para la atención médica.
Bonucci jugó 500 partidos en la Juventus, marcó 36 goles y fue campeón 17 veces con el club. El defensa toma esta determinación para castigar el accionar de esta dirigencia puntual, y no atacar al club en su totalidad.