Por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, San Lorenzo derrotó 1 a 0 a San Pablo en el Nuevo Gasómetro gracias a un golazo de Adam Bareiro, y de esa manera sacó ventaja de cara al duelo de vuelta a jugarse el próximo miércoles 9 de agosto en el imponente Morumbí en busca de los cuartos, en un resultado que dejó caliente al experimentado Rafinha, capitán del equipo brasileño. Quien resulte vencedor de esta llave se las verá en la siguiente instancia con el ganador de la serie entre Estudiantes y Goiás, que tiene como favorito al ‘pincha’ luego de la goleada 3 a 0 como local ante los brasileños.
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Si bien el Ciclón se impuso en la ida, lo cierto es que el favorito en la previa y también tras el primer duelo es San Pablo, un equipo plagado de jugadores de jerarquía y con un presupuesto que dobla al argentino. El equipo de Rubén Insúa encontró una identidad de juego marcada por el orden táctico y las transiciones. No posee una propuesta basada en la posesión y ataque constante ya que no cuenta con los recursos para ello, sin embargo hizo una gran liga y está completando una inesperada participación internacional.
Quizás eso responda a la desmedida crítica de Rafinha, un hombre de extensa trayectoria en Europa siendo campeón de la Champions y la Bundesliga con el Bayern Múnich, que salió muy enojado del partido tras la derrota y se la agarró con el planteo: “En el partido de vuelta todo será diferente, el gol llegará. Lo vamos a hacer mucho mejor que hoy. Es muy difícil jugar con un equipo que no juega, solo defiende. En un error nuestro acabamos recibiendo el gol“, empezó analizando el brasileño.
En esa misma línea y a modo de cierre, añadió: “Es difícil jugar así, contra un equipo que defiende con 10 jugadores todo el tiempo. Es difícil entrar, terminamos sufriendo el gol de una manera tonta, pero tenemos condiciones completas“.