Dani Alves continúa en prisión preventiva por orden de la justicia española, y pese a haber presentado un sinfín de argumentos durante los últimos tres meses para poder esperar la sentencia en libertad, ninguno ha sido lo suficientemente contundente para que se le acepte y todo indica que permanecerá encerrado hasta diciembre próximo, mes en el que se estima la justicia lo absolverá o condenará de la denuncia por abuso sexual con acceso carnal que carga desde enero pasado, por parte de una mujer.
Alves fue denunciado por una mujer, que afirma haber sido violada por el brasileño en el baño de una discoteca de Barcelona, y la justicia teme que se fugue y por eso, entre otras cuestiones, no le otorga la libertad provisoria hasta que se compruebe por medio de las pruebas si es o no culpable. El caso es que por primera vez desde el 5 de enero cuando fue enrejado, habló con el objetivo de revelar su verdad.
Repasamos a continuación sus testimonios más destacados
“Me he decidido a dar esta entrevista, mi primera entrevista desde que estoy aquí, para que la gente sepa lo que pienso. Que conozcan la historia a partir de lo que yo viví aquella madrugada en aquel baño. Hasta ahora se ha explicado un relato muy asustadizo de miedo y de terror, que nada tiene que ver con lo que pasó, ni con lo que yo hice. Todo lo que pasó y no pasó allí dentro solo lo sabemos ella y yo“.
“Esa madrugada, cuando la mujer con la que tengo el problema sale del baño detrás de mí, me quedo un rato en mi mesa. No me quedé mucho más porque ya era tarde. Estoy con mi amigo Bruno y se me acerca otra gente antes de irme. Cuando dejo la discoteca por el pasillo de salida, he sabido por las imágenes que paso cerca de donde la mujer está llorando. La verdad es que no la vi. Si la hubiera visto llorar me hubiera detenido para preguntar qué le pasaba. Y en ese instante, si algún responsable de la discoteca me hubiera pedido que me esperara porque una joven aseguraba que yo le había agredido sexualmente, yo no me voy a casa. Esa misma noche me presento en una comisaría a aclarar lo que ha pasado”.
“Me enjaboné con rabia. Me acosté en otra cama. Regresaba a México a los dos días para jugar y en algún medio de comunicación se publicó que una joven acusaba a Dani Alves de agresión sexual. Llamé por teléfono a mi abogada, Miraida Puentes. Ella consultó con los Mossos y en los juzgados y me aseguró que no había ninguna denuncia y que podía viajar y salir de España con total tranquilidad. Por eso me fui“.