Si bien tiene apenas 23 años, digamos la que la dinastía Mbappé tiene para más de diez vidas sin tener que trabajar luego de la millonada que ya juntó el bueno de Kylian gracias a su descomunal fútbol. Para muchos, el dinero no importa, para otros muchos más, sí. Y por más que ya tenga dinero para regalar a toda su descendencia por los próximos siglos, el delantero francés considera que merece más y esa es la causa por la que aún no ha firmado con el Real Madrid para incorporarse en julio próximo.
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El Madrid aceptó pagar 200 millones por Mbappé, más otros 50 millones en bonus. Cifra jamás pagada en la historia de este deporte y eso le gustó al atacante. De hecho, según cuenta MARCA, aceptó la oferta y por ende romper con el contrato que tiene en el PSG en el que una cláusula le permitiría rescindir en un caso como este, por lo que había aparentemente luz verde en Madrid y por ende bombazo a la vista, pero… hubo un alto inesperado.
Mbappé, junto a su madre con la que toma decisiones y su agente, Fayza Lamari saben que el goleador, que ha manifestado su voluntad de seguir un año más en el PSG, y que percibiría de lograrlo 150 millones de euros: 60 correspondientes a su ficha (Brutos) y los 90 que corresponderán a su prima de fidelidad a cobrar en el otoño europeo próximo. Esa prima fidelidad era un regalo que le hace el club por no rescindir, básicamente.
En este escenario, en caso de que hubiera traspaso, el delantero querrá ver compensada esa cifras que dejará de ganar. ¿Con un salario mayor que el que le puede ofrecer el Madrid pero difiriendo cantidades? Eso supondría que el montante final del traspaso se rebajara… Mbappé quiere ir al Madrid y mantener esos 150 millones de euros, todo no se puede…