Entrada la tarde del martes 11 de abril, Fabián Doman renunció a la presidencia de Independiente, cargo en el que estaba hacía no más de tres meses y por el que había peleado en forma enardecida junto a su dirigencia. Por medio de un extenso comunicado publicado por la cuenta oficial de twitter del club, el ahora ex mandatario explicó a los socios e hinchas del club las razones por las cuales decidió dar un paso al costado, en uno de los momentos institucionales y deportivos más críticos en la historia de un Rojo, que no para de sufrir pálidas.
Doman, que había logrado el tan ansiado puesto de presidente en diciembre pasado, se vio acorralado por un presente sensible en muchos sentidos, y en consecuencia resolvió que lo mejor para el club y él, era renunciar. Tal y como señala en el comunicado, confirma que este es el peor momento en la historia del club en términos económicos, de proyecto y deportivo que heredó de una dirigencia pasada que era la que él, tal y como expresa, pretendía erradicar como principal objetivo.
“Es evidente que no se han encontrado las formas de ayudar a Independiente, la crisis era más grande de lo esperado, me voy con las manos limpias”, sintetizó Doman en un fragmento de un comunicado inesperado, ya que rara vez un presidente renuncia y a tan solos seis meses de haber asumido.